Que duda puede caber, se trata de un mercado de soluciones que genera expectativas muy altas.
Sí, el mercado global de soluciones y call center en la nube en la industria de la Salud podría expandirse hasta llegar a los US$ 25.540 millones en 2024 (proyección de Technavio) o US$ 55.000 millones (proyección prepandémica de Global Markets Insigths).
¿Por qué el optimismo?
Sintetizando al máximo: contracción de costos, expansión del potencial de prestar servicios a usuarios y capacidad de focalización.
En el aspecto más obvio, porque la nube ofrece ventajas similares a otras industrias; habilita un almacenamiento de datos más resiliente: registros médicos electrónicos, aplicaciones móviles, portales de pacientes, y los paneles de control de los call centers. Actividades éstas que, como unas penélopes que ni pueden destejer de noche lo que tejen de día, producen un tsunami de data para administrar y analizar. No todos los equipos internos pueden almacenarlos. Y aunque pudieran, agregarían un eslabón de fragilidad y carga de trabajo a los servicios internos de IT de las
empresas.
La nube implica flexibilidad en la industria de la salud
Entonces, la nube ofrece flexibilidad para:
- Controlar la escalabilidad de los datos,
- Almacenar de forma masiva estadísticas en clínicas, en hospitales y compañías de seguros de salud
- Accesibilidad más rápida a los registros médicos digitales.
- Reducción de los gastos relacionados con la facturación en comparación con los métodos tradicionales.
Pensemos, ya a un nivel más especifico. Muchos de los servicios de la industria de la Salud están sometidos a ciclos. Algunos predecibles (aparición de afecciones respiratorias en otoño/invierno, accidentes automovilísticos en vacaciones y fines de semana largos), otros irrumpen impulsados por mudanzas en la vida social (modas vinculadas a la estética). La nube, justamente, ofrece la posibilidad de escalar y desescalar; esto es, adaptar su tecnología buscando ajustar el uso de tiempo y dinero con las últimas compras de hardware o actualizaciones de software, relacionados
con estas formas de demanda.
Eso por el lado más convencional. Desde el ángulo de la innovación, ofrece potencia y “fierros” para implementación y experimentación más arriesgada. Es el caso de la Inteligencia Artificial (IA).
Un enfoque práctico sobre ella es el siguiente:
Desde el lado del mostrador de clínicas y profesionales de la medicina, las herramientas ya disponibles de inteligencia artificial y machine learning (aprendizaje automático) se anticipa que respaldarán cada vez más las decisiones clínicas. La esperanza es que los tiempos de ciertos diagnósticos y tratamientos se harán más veloces. Y desde el otro lado, el de los usuarios, ellos mismos podrán administrar cantidades de datos en las plataformas de acceso que les permitirán,
por ejemplo, tener aplicaciones específicas con mediciones sobre sus estilos de vida, con las cuales podrán tomar acciones preventivas.
Seguridad de las soluciones en la nube
Como una capa que está entrelazada con las opciones descritas anteriormente se encuentra el habitual “convidado de piedra” en el mundo IT, la seguridad. La reacción inicial del uso masivo o centrado en la nube es el miedo a depender de terceros y sus implicancias en el ámbito de la seguridad.
No se trata de negar estas aprensiones. El famoso “donde mis ojos te vean” posee una larga y sabia tradición. Pero, en el mundo digital, en ocasiones la cercanía propietaria va aunada con una fragilidad paralela.
En la práctica, si se establece construyendo sistemas robustos, los servidores en la nube ayudan a aumentar la seguridad de los proveedores de atención médica. No hay que decir que las instituciones y compañías de la salud pueden perder todos sus datos y aplicaciones, hasta por un error en algún upgrade mal realizado.
La mayor seguridad también corre para los usuarios, ya que la computación les permite acceder a la información de forma remota, y la automatización de copias de seguridad, con opciones de recuperación ante caídas y ataques varios. La nube hace que tanto los proveedores como los usuarios no pierdan datos. Las grandes compañías de servicios de almacenamiento tienen equipos de riesgo trabajando permanente y proactivamente, no únicamente en respuesta a problemas ya ocurridos, cual suele ser el caso de las empresas que no están en la nube.
El mercado de soluciones basadas en la nube llegó para quedarse, y hay que verlo como un aliado que permite opciones de mejor servicio y crecimiento.