
Hablar de nueva normalidad puede ser engañoso. En cómo se la maneja y comunica la expresión, muchas veces, se manifiesta una ambigüedad implícita. Para algunos significa “simulacro de normalidad”, en referencia a un momento intermedio, un “mientras tanto”, que terminará cuando se resuelva la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, en el mundo de los negocios y la tecnología implica algo distinto, un cambio hacia una realidad permanente. En estos dos últimos entornos, la “nueva normalidad” es menos defensiva y más proactiva; menos una pérdida y más una ganancia, porque que refiere al aceleramiento de un proceso previo: la transformación digital.
Sucede que la emergencia del virus terminó de acelerar un cambio de modelo que ya estaba imponiéndose de manera callada: la maduración, abaratamiento y disponibilidad extendida de una serie de herramientas eficaces para la automatización y digitalización, con el aumento, consecuente, de la productividad.
Por supuesto, la estructura y naturaleza de cada economía nacional y mercados regionales son el “cuenco” sobre el cual desemboca o fluye este cauce transformador. Y, en concordancia con sus realidades, también lo son las respuestas que se dan en cada país.
A nivel regional, en el IDC Tech CMO Forum 2020, evento virtual llevado a cabo en septiembre pasado, Ricardo Villate, Vicepresidente de Grupo para América Latina destacó que en el ambiente de negocios regional varios elementos confirmaban la aceleración de la digitalización.
A su juicio, había tres elementos a destacar:
- La búsqueda de nuevas formas de relacionarse con los clientes o usuarios.
- El uso de la innovación para crear valor, en especial dentro de la economía digital.
- El aumento de la automatización y trazabilidad para poder responder mejor a las disrupciones.
En lo que resulta particularmente decidor, el ejecutivo explicó que en la región, y según una encuesta realizada por ellos mismos, el 60% de los consultados aseguró que la nueva política era expandir su cadena de suministros con nuevos proveedores.
Ahora, ¿qué está ocurriendo en el “barrio chico” del Cono Sur y Perú al respecto?
«La Región tiene todo el potencial hacia la
Fernando Marsiglia
productividad colaborativa, eficiente y sustentable».
Director –Voxsur – Argentina, Chile, Perú, Uruguay-
Argentina
Con un entorno exigido por la inflación y el derrumbe de la demanda, según IDC, en Argentina destacan los productores de alimentos y madera que, en especial, están adaptándose de manera acelerada a diferentes herramientas digitales en busca de fortalecer sus cadenas de comercialización, trazabilidad y eficiencia productiva.
Consultoras como First Data indican que el tamaño del ecosistema digital argentino se duplicó en los últimos siete meses y, ya en julio, las ventas online habían triplicado su volumen en comparación con la tendencia pre pandemia. En los comercios de indumentaria se ha impuesto el modelo Comprar en línea, recoger en la acera (Buy Online, Pickup at Curb, BOPAC). En el caso de los bancos, al decir de PwC Argentina, el uso de canales digitales creció un 60%.
Para varias empresas el desafío ha sido comprender que, más que nunca, las personas y sus smartphones, por así decirlo, borronearon sus fronteras. Y que si no logran una plasticidad digital suficiente para instalarse en ese dominio, corren peligro.
Chile
La situación económica chilena, que venía golpeada por aspectos internos, sufrió una brusca y nueva caída a partir de abril. Tanto, que en agosto pasado, apenas un 20% de las PyMES indicaron ser optimistas sobre su desempeño y la economía. De todas formas, la transformación digital en Chile, en el marco del gran impacto de la pandemia, recibió un fuerte empujón simbólico con el acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA, por su sigla en inglés), firmado este año con Nueva Zelanda y Singapur. Busca “beneficiar a las economías más pequeñas y proporcionar más oportunidades para incluir a más personas y MIPYMES en la economía global”. El documento acordado impulsa una política comercial digital moderna caracterizada por:
- Libre flujo de datos.
- No discriminación de productos digitales.
- No imposición de localización forzada para equipos informático
El objetivo final “es establecer ciertas reglas básicas para promover a nuestros países como plataformas para la economía digital”.
Perú
Afectado con gran fuerza, Perú descubrió falencias importantes que traban la posibilidad de una migración veloz a la nueva normalidad. Viendo la brecha, Red Hat se instaló en el país. Paul Cornier, CEO y presidente global explicó, al respecto, que: si bien “el cambio para ofrecer más servicios digitales se ha estado produciendo (…). En este momento, vemos claramente las brechas en la infraestructura crítica que conecta a las organizaciones con sus pares, sus usuarios finales, sus clientes y sus constituyentes”. Cornier, indicó también que: “Según una reciente encuesta que realizamos, The State of Enterprise Open Source Report, encontramos que América Latina está liderando el camino en lo que respecta al crecimiento de la implementación de tecnologías en la nube. Un 85% de los tomadores de decisiones consultados dijeron que esperaban aumentar el uso de software de código compartido en empresas durante los próximos 12 meses.
Uruguay
Aunque una excepción en cuanto al virus en sí, la nación de la Banda Oriental del Río de la Plata también vive el sacudón económico de los efectos de la pandemia. Dado que las autoridades políticas recomendaron facilitar el teletrabajo al 100%, surgió un boyante grupo de compañías que ponen en marcha soluciones para cumplir tal cometido. Una es Sage que asegura que, según sus métricas, “el 69% de los empleados reconocen que su productividad ha aumentado con el teletrabajo y, el 75%, que también lo ha hecho su puntualidad”. En plan de capturar el mercado, también creó un plan para PyMEs a costo cero para el primer usuario.
Al igual que en Argentina, ha sido el sector de finanzas el de más rápida capacidad de reacción. Aún así, en la V Jornadas de Finanzas de la Universidad de Montevideo, irónicamente, quedó claro que la situación es tan “líquida” que la expectativa que los cambios más dramáticos para el sector, dentro de esta nueva normalidad, provendrán desde instituciones hoy bajo el horizonte y desde fuera del sector.